El 22,5% de los parados canarios ha superado los 45 años y aún no ha cumplido los 55. Entre esta última edad y la de jubilación se encuentra otro 10,9% de los isleños que buscan un empleo sin fortuna. Entre uno y otro grupo suman 120.700 personas, la mayoría de ellas con un escaso nivel de formación y enfrentadas a un futuro de escasez de oportunidades, dado que en buena parte proceden del sector con mayor destrucción de empleo desde el inicio de la crisis: la construcción.
La UE ha puesto el foco sobre el drama del paro juvenil, de una enorme dimensión en los países del sur de Europa -60,28% en las Islas- y con severas implicaciones sociales y económicas a corto, medio y largo plazo. Sin restar trascendencia al desempleo de los menores de 25 años, a quienes están dirigidas de forma prioritaria los más recientes programas y recursos europeos para estimular el empleo, una corriente de expertos y algunas instituciones están dando la voz de alarma sobre la situación de los mayores de 45 años.
Las singulares dificultades de reinserción laboral hacen que estas personas estén en riesgo de convertirse en víctimas de una forma de desempleo crónico que, en palabras del Consejo Económico y Social de España, tiene «efectos muy nocivos» para las personas, pero también para la capacidad del país de recuperarse, crecer y sostener el Estado del bienestar.
Autores como los economistas de Fedea Florentino Felgueroso y Marcel Jansen han avisado en las últimas semanas sobre el sesgo «desigual» que presenta la mejora de la ocupación laboral observada en los últimos meses. La contratación y la reducción del paro están llegando con menor intensidad a los parados que llevan más tiempo sin trabajo.
Con la tasa de paro en el 33,36% y 362.300 canarios buscando trabajo, las empresas tienen mucho donde elegir y buscan a menudo perfiles con niveles de formación elevada y que encajen además en las políticas de incentivos de la Administración para conseguir ahorros en los costes laborales. Esas políticas están más inclinadas ahora hacia los jóvenes que hacia otros colectivos.
La respuesta recogida en el ámbito académico es la siguiente: por motivos estructurales, el desempleo de los mayores de 45 años tiende en España a crecer con fuerza en los episodios de recesión (como los vividos desde 2008) y no se reduce en igual medida cuando la economía se expande. Una parte de los parados queda así atrapada.
En un informe recién publicado por el Consejo Económico y Social (CES), las organizaciones patronales y los sindicatos representados en dicha institución demandan «un plan estratégico, con medidas de choque y prioridades claras a corto plazo». Para evitar «costes inasumibles para el futuro de nuestra sociedad».
FUENTE: LA PROVINCIA.ES
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