ING ha anunciado el recorte de 7.000 empleos en el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) en los próximos 5 años. En Holanda desparecerán 2.300 puestos, el 15% de su fuerza de trabajo. En Bélgica serán 3.500, el 40% del total. Las cifras de esta nueva reorganización del grupo bancario y asegurador incluyen la pérdida de 950 tareas de carácter externo y temporal. La firma espera mejorar así su estructura digital, en particular la banca por Internet, y ahorrar 900 millones de euros hasta 2021.
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La compañía quiere además centralizar la labor de las sucursales repartidas a escala internacional, para luego poder aplicar una forma de regionalización: los países que muestren un buen funcionamiento en alguna de sus asignaciones, podrán encargarse de las mismas también en otros países. “En los últimos años hemos invertido a fondo, y con éxito, en la renovación digital de nuestros servicios. Hemos logrado más de 3 millones de nuevos clientes, y concedido créditos por valor de 56.000 millones de euros. Estoo supone un enorme apoyo a la economía real”, ha asegurado este lunes Ralph Hamers, director ejecutivo de ING, a la radio holandesa. En las mismas declaraciones ha calificado de “mensaje duro” el ajuste laboral, que analizará en los próximos días con los sindicatos holandeses y belgas.
La primera reacción de los líderes sindicales ha sido de “tremenda sorpresa ante la magnitud de las cifras”. “La automatización y la era digital acaban con los empleos, pero hay que buscar la forma de recolocar a los despedidos. Todo esto es para tener contentos a los accionistas”, han señalado sus portavoces. ING tiene ahora 52.000 trabajadores, 14.700 de ellos en Holanda. En 2008, el grupo empleaba a 125.000 personas.
Los recortes son generales en el sector bancario nacional, con varias entidades insignia en cabeza: Rabo Bank ya ha anunciado que espera suprimir unos 10.000 puestos hasta 2020; ABN Amro cifra los suyos en cerca de 1.375, en el mismo periodo. La revolución digital se presenta como el mayor reto que afronta el sector bancario, un reto que ya han sufrido otros sectores, como el de los comercios, el hotelero o el de taxis. Según los sindicatos holandeses, el sector financiero puede perder hasta 50.000 empleos hasta 2020. ING registró unas ganancias de 1.400 millones de euros en el segundo trimestre del año en curso.
FUENTE: EL PAIS.COM