La cara B de la subida del salario mínimo: la declaración de la renta

SITCA estima que la subida del SMI obligará a 400.000 trabajadores canarios a hacer la declaración de la renta. Antes no estaban obligados, pero ahora están en el punto de mira fiscal

La reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.184 euros mensuales en España, anunciada por el Gobierno con el objetivo de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores más vulnerables, está generando un debate en Canarias debido a sus posibles efectos fiscales adversos. Según estimaciones de SITCA, esta medida podría afectar negativamente a cerca de 400.000 empleados en el archipiélago, quienes podrían ver reducido el impacto positivo de la subida en sus salarios netos.

Tributación y ajustes fiscales: una carga inesperada

El principal problema radica en que el incremento del SMI lleva a muchos trabajadores a superar por primera vez los umbrales mínimos de cotización al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esto significa que, a pesar de recibir un salario más alto, los beneficiarios podrían tener que enfrentarse a una mayor carga fiscal. En muchos casos, estos trabajadores no habían estado obligados a tributar previamente y ahora deberán destinar parte de su aumento salarial a impuestos, reduciendo el beneficio neto real de la medida.

SITCA advierte que este efecto colateral es especialmente preocupante en Canarias, donde los salarios suelen ser inferiores a la media nacional y un alto porcentaje de los trabajadores se encuentra en el rango de ingresos que ahora quedará sujeto a tributación. Además, sectores como el comercio, la hostelería y el turismo, que concentran la mayor parte del empleo en la región, se verán particularmente impactados.

Reacciones sindicales y posibles soluciones

Desde SITCA instamos al Gobierno a considerar medidas paliativas para evitar que esta situación afecte a las economías familiares. Una de las propuestas más recurrentes es la actualización de los tramos del IRPF para ajustarlos a las nuevas realidades salariales y evitar que los trabajadores más vulnerables pierdan poder adquisitivo. No tiene sentido que una medida concebida para beneficiar a los más desfavorecidos termine penalizándolos fiscalmente, explican desde el sindicato canario.

Por otro lado, algunas organizaciones empresariales han advertido que el aumento del SMI podría generar tensiones en el mercado laboral, particularmente en las pequeñas y medianas empresas (pymes), que podrían tener dificultades para asumir el incremento de costes salariales sin trasladarlos a los precios o reducir plantilla.

Impacto en el contexto canario

Canarias, una región caracterizada por una economía dependiente del sector servicios y una de las tasas de desempleo más altas del país, enfrenta un panorama complejo ante esta medida. Según datos recientes, más del 30% de los trabajadores en la comunidad percibían hasta ahora salarios cercanos al mínimo. La aplicación de la subida del SMI podría ser un alivio para muchos, pero también plantea interrogantes sobre su efectividad real a nivel local.

Además, expertos en economía regional han subrayado que este tipo de medidas debe ir acompañado de políticas complementarias, como incentivos fiscales para empresas y mejoras en la formación laboral, que permitan absorber el impacto y fomentar la competitividad del tejido productivo canario.

La cara B

Aunque el incremento del SMI representa un avance en la lucha contra la precariedad laboral, su aplicación en Canarias evidencia la necesidad de un enfoque más integral para abordar las desigualdades sociales y económicas. Ajustar los tramos del IRPF y promover medidas que protejan tanto a los trabajadores como a las empresas serán pasos clave para garantizar que el objetivo de la medida se cumpla sin generar perjuicios colaterales.