La Central Sindical de mayor crecimiento en Canarias señala a las instituciones públicas como responsables de la despoblación rural y apunta un buen número de acciones a emprender para corregir la situación y poner coto a los devastadores incendios
El atroz fuego que devoró buena parte de la masa forestal de Gran Canaria durante diez días del pasado mes de agosto sigue coleando. Sus efectos medioambientales y paisajísticos podrían durar décadas, y su huella traumática en nuestra sociedad tardará en apagarse mucho más que las llamas de nuestra querida cumbre.
Hemos escuchado, tras sofocarse las llamas, e incluso antes, muchos argumentos, o como parece decirse ahora, muchos “relatos”. Hemos visto señalar con el dedo acusador a personas que cometieron un error o una imprudencia no intencionada. Hemos oído que se culpa a la pinocha o al cambio climático, pero no hemos oído la que, a nuestro juicio, y a decir de muchos expertos, es la principal causa de estos incendios tan feroces, y que no es otra que la despoblación y abandono de nuestro campo y de la actividad agrícola.
Todos los entendidos en la materia coinciden en que el mejor cortafuegos es una actividad agrícola y ganadera asentada y en producción. Sin embargo, desde SITCA queremos denunciar que nuestras instituciones han dado la espalda a nuestro campo, a nuestra cumbre, y más concretamente a la actividad primaria en nuestra Isla, centrándose sólo en la costa y el turismo de masas que tanto daño ha hecho a nuestra Isla en forma de destrucción del entorno.
Desde esta Central Sindical queremos hacer un llamamiento a los responsables políticos, ya se encuentren en Cabildo, Ayuntamientos, Gobierno de Canarias, Gobierno de España, y demás ámbitos institucionales, para que con la mayor urgencia pongan en marcha medidas que incentiven la vuelta a la agricultura.
Hay muchos jóvenes, comprometidos con el Medio Ambiente, y en busca de una salida laboral, con ideas nuevas y ganas de sobra, que tan sólo necesitan un pequeño empujón, en forma de ayudas, para retomar lo que ha hicieron sus abuelos y bisabuelos, que no es otra cosa que labrar la tierra, criar animales, y en definitiva, asentarse en nuestro campo, vivir de él y cuidarlo al tiempo.
Demandamos a nuestras instituciones medidas encaminadas a procurar no sólo la vuelta a nuestra agricultura, sino la mejora en el autoabastecimiento alimentario de Canarias, hoy en día en cifras ridículas en torno al 5% en el mejor de los casos.
Urge también la dotación de más y mejores medios técnicos, y el refuerzo de plantillas, así como el reconocimiento profesional de los trabajadores del operativo UOFF y de Áreas Recreativas, que lo dieron todo en la lucha contra el fuego, aunque hayan sido otros los que se hayan llevado los honores.
No pretendemos tener la solución definitiva ni la varita mágica, pero estamos seguros de que con sentido común, y sobre todo con voluntad política, podemos no solo poner coto a los incendios, sino revertir la despoblación de nuestro campo, dar una buena salida laboral a muchos jóvenes, y lograr una alternativa de sostenibilidad y mantenimiento paisajístico para nuestro campo.
Desde luego, SITCA va estar en esta lucha, codo con codo, hombro con hombro, con quienes llevan tiempo alzando la voz, avisando de la tragedia que se nos venía encima, y sólo han encontrado la indiferencia institucional. Por nuestra tierra y nuestra gente, esta batalla la vamos a dar, y la vamos a ganar.