Antonio Rodríguez, secretario general de SITCA, manifiesta a Sitca.es en relación a lo que intenta hacer Finlandia al convertirse en el primer país del mundo que ensaya una renta básica universal. De momento es solo una prueba piloto: 560 euros mensuales para 2.000 personas. Pero tiene un gran valor simbólico porque marca uno de los caminos posibles. Esto significa que el resto de países tienen que tomar nota y que con la aceleración sin precedentes en la incorporación de la innovación tecnológica en los procesos productivos y en la vida cotidiana, estamos entrando de lleno en lo que algunos expertos han llamado la sociedad de la inteligencia, por el papel que la computación, los robots y la automatización juegan en ella, por lo que es más que cierto y probable que no hará trabajo para todos por lo que hay que pensar ya en la renta básica universal.